Del 2019 al 2030: la visión de Budetex sobre el ecosistema tejeril de Argentina

 

Cuando lanzamos Budetex en 2019, sabíamos que no iba a ser fácil. Lo que no sabíamos —y recién ahora podemos mirar con perspectiva— es cuán profunda sería la transformación del tejido en Argentina.

En este texto quiero compartir algo más que una cronología o un resumen del recorrido de nuestra marca. Quiero hablar de cómo cambió el mercado, cómo cambió la comunidad, y cómo nos transformamos nosotros mismos en el proceso. Y también quiero imaginar, con la misma pasión con la que tejemos punto por punto, cómo será este mundo que tanto amamos en 2030.

🌿 Una historia que empieza por mí

Antes de hablar de Budetex, quiero contarles brevemente desde dónde hablo. Mi recorrido profesional siempre estuvo vinculado a la industria textil, el de los materiales nobles, al diseño, a los procesos artesanales, a la empresa y al comercio internacional. Me formé en distintos espacios donde aprendí que el valor de un objeto no reside sólo en su forma, sino en el pensamiento, el cuidado y el tiempo invertido en su creación.

Previo a la creación de Budetex en 2019 fui responsable de comercio internacional y luego director comercial de un grupo textil en Barcelona de más de 200 empleados especializados en la fabricación de bordados y productos textiles dedicados al mundo de la moda y labores. Fueron más de 5 años en los que me dediqué a participar en la principales ferias internacionales del sector de labores y visité distribuidores de labores y manualidades de más de 30 países, donde aproveché para recorrer sus calles y tiendas especializadas: Moscú, Helsinki, Tallin, Tokio, Kyoto, Estocolmo, Malmo, Copenhagen, París, Londres, Manchester, Berlín, Budapest, Varsovia, Gdansk, Nueva York, Los Angeles, Atenas, Lisboa, Amsterdam, Bruselas, Roma, Milán, y decenas de otras ciudades. De todas ellas fui absorbiendo como una esponja lo que me gustaba y lo que no de como trabajaban y de cómo tenían los locales y el servicio al cliente. Además de exponer y visitar las principales ferias internacionales b2b del rubro como H&H en Alemania, Premiere Visión en París, Quilt International en Houston y Los Angeles

Previo a este trabajo se destaca el “rubro familiar” que es la venta de maquinaria para hilanderías, donde trabajé 7 años y en los que tuve la oportunidad de recorrer prácticamente todas las peinadurías e hilanderías de Argentina. En ellas no solo conocí a la perfección el tejido industrial del país, conocí quién es quién dentro del mercado y que tipo de maquinaria tienen, sino que también aproveché para ir a aprender a montar máquinas in situ pasando semanas en Trelew aprendiendo el proceso del peinado y procesamiento de las fibras largas así como en hilanderías de algodón en el norte del país.

La fibra natural, el color, la experiencia táctil, el envoltorio, la historia detrás: todo eso me importó siempre. Y cuando decidí emprender, no quise hacerlo solo con un catálogo de productos. Quise hacerlo con una visión. Y Budetex fue esa visión: una marca que pudiera unir lo local con lo global, lo artesanal con lo técnico, lo sensible con lo profesional.

 

En el rubro académico siempre me interesó mantenerme formado y actualizado, con dos carreras universitarias y varios programas ejecutivos de perfeccionamiento profesional. Dentro de estos estudios quiero destacar uno que considero clave en mi desarrollo profesional, personal pero especialmente en lo que implica a la creación de Budetex que fue un máster en empresa internacional y comercio exterior que realicé en la Universidad de Barcelona. En él, como tesis de finalización elegí el tema de como internacionalizar una hilandería de fibras de alpaca. El proyecto lo desarrollé de una forma muy parecida a lo que hoy son empresas como We Are Knitter y Wool and the Gang: trabajar con excelentes materiales, pero vender una experiencia y una sensación de pertenencia. Por esta tesis, que hasta este momento entiendo que fue la tesis con mayor valoración en la historia de la división de másteres y postgrados de la Universidad de Barcelona (con una nota de 9,5), me convocaron para ser orador en el histórico paraninfo de la Universidad en el acto de graduación (https://youtu.be/76BGk3wrPGM?si=2YOZW1dClUS5x-Hn), un hecho que me llenó de orgullo especialmente porque fue un reconocimiento al esfuerzo.

A finales del 2018 decidimos, junto a mi mujer, volver a vivir a nuestro país para emprender y crecer en Argentina, desarrollando productos y servicios que potencien los recursos nacionales y que sean reconocidos no solo en el país sino también en el exterior.

Siempre fuimos conscientes de que en Argentina es una constante que siempre te pueden cambiar las reglas del juego. Y por eso desde el inicio concebí a Budetex como una estructura flexible que pueda adaptarse a las circunstancias y necesidades. Por eso quienes conocen nuestras oficinas y locales saben que no tenemos nada amurado al piso, porque constantemente vamos cambiando y mutando en la medida que consideramos que es necesario. Somo flexibles en lo material, pero somos inflexibles en nuestros ideales.

La calidad, el respeto al producto, el servicio y el foco en la innovación no se negocian.

 

2019: Tejer en un paisaje árido

Recuerdo muy bien la situación en la que estaba el mercado argentino del tejido cuando comenzamos. Era un terreno vasto, lleno de potencial, pero con pocas semillas germinando. La oferta dominante eran hilados sintéticos o mezclas indefinidas, sin información clara ni posibilidad de elegir con conocimiento. Se vendían por peso, en madejas y/o ovillos, en su mayoría sin etiquetas, sin información sobre composición ni rendimiento. Nadie hablaba de “título” ni de número de aguja recomendado.

La nomenclatura era arbitraria: "finito", "medio", "grueso". Y eso generaba un problema enorme para cualquier persona que quisiera tejer con un patrón de una diseñadora de otro país. Y era una limitación para diseñadoras argentinas que querían exportar sus patrones. Era literalmente imposible encontrar el mismo hilado o su equivalente.

El acceso a patrones bien explicados y detallados era limitado. En las revistas nacionales las explicaciones solían ser muy básicas y sin mucho detalle, y el acceso a portales de patrones especializados como Ravelry era para un puñado de tejedoras reducido. Pero a nivel local había muy pocas diseñadoras ofreciendo patrones digitales, pero no había lenguaje común, ni estandarización.

Además, el acceso a herramientas de calidad era pobre, por no decir casi nulo. Las agujas circulares eran prácticamente inexistentes. Las pocas disponibles en el mercado eran agujas genéricas unidas por tubos plásticos, parecidos a los que se usan para poner suero en los hospitales. La experiencia del tejido en circular con esas agujas era desastrosa, ya que el hilado no deslizaba, las fibras se enganchaban y muchas tejedoras desistían de seguir tejiendo con agujas circulares debido a esto. Y el resto de las agujas de tricot y de crochet disponibles eran genéricas y de muy mala calidad, casi siempre sin marcas confiables ni variedad de materiales. Ni hablar de accesorios de calidad: marcadores, cables, bloqueadores, medidores... todo parecía lejano, o reservado para quienes podían viajar o encargar desde el exterior.

Las tiendas, muchas veces llamadas “laneras” —un término que nunca me gustó— eran espacios donde el cliente no podía tocar, probar, explorar. Mostradores largos, atención apurada, poca renovación estética y escasa valorización del producto. Se usaba el término "lana" incluso para los hilados acrílicos, lo que no sólo confundía, sino que le quitaba valor real a la lana como fibra natural.

En cuanto al ecosistema cultural, había pocos talleres, escasos espacios de formación, casi ninguna feria especializada. Las tejedoras independientes estaban aisladas, y las marcas, diseñadoras o tintoreras prácticamente no interactuaban entre sí. No existía una red, no había movimiento. Lo poco que había eran acciones aisladas de algunas tejedoras/diseñadoras que ponían el alma (y lo siguen haciendo) para movilizar a su comunidad.

Aún no existían las “influencers” del tejido. Si bien ya existían algunas diseñadoras y tejedoras argentinas con mucha llegada en redes sociales (entre las que recuerdo a Estefi de Alelídecocrochet, MaríaC de MariaCknits, Lore de CrochetAtrapasueños, Juli de MamaquillaTejidos, María Lucila Cavanagh de Tejerconlucila, Yanina de PicaPauYan, Andrea de LaTejedería y a Joji Locatelli), eran más la excepción que la regla.

Las marcas de hilado y/o las “laneras” se limitaban, en su inmensa mayoría, a colaborar con estas influencers dando unos kilos de hilado a cambio de promoción. No había mucha más interacción que esa. No teníamos tampoco capacidad de convocar diseñadoras internacionales para formar a nuestras tejedoras/diseñadoras ni de armar eventos multitudinarios para dar a conocer los productos de calidad.

Para peor, la fibra argentina se exportaba en sucio y sin procesar, mientras el país importaba hilados acrílicos industriales de Turquía, India o China. Una paradoja dolorosa: teníamos materia prima de excelencia, pero no sabíamos —ni podíamos— transformarla localmente en algo deseado.

Ese fue el terreno donde nació Budetex. Y esa fue la realidad que nos propusimos transformar.

 

🌸 2025: Una comunidad que florece

Seis años después, la fotografía es otra. No digo que el trabajo esté terminado —nunca lo está—, pero lo que vivimos hoy es fruto de una enorme transformación colectiva. Lo que era un desierto, hoy es un jardín que empieza a florecer.

En 2025, ya están disponibles en el país las mejores marcas internacionales de agujas y accesorios, no sólo en nuestros locales sino también en tiendas especializadas de otras provincias. Las tejedoras ya conocen y prefieren los productos de calidad, prueban distintas puntas, eligen materiales según su estilo. Las agujas circulares pasaron de ser una rareza a una herramienta habitual, incluso en principiantes. Las marcas que trajimos al país como distribuidores oficiales tales como KnitPro, ChiaoGoo, Tulip, Clover, Addi, Cocoknits ya dejaron de ser conocidas únicamente por un pequeño nicho de tejedoras, sino que cada vez son más conocidas por el público en general. No solo las marcas, sino sus características y beneficios.

El formato de tienda también cambió, al menos en nuestros locales. En Budetex diseñamos espacios abiertos, sin mostradores, donde cada persona puede tocar, probar, explorar. Nuestros locales son lugares de encuentro, no de transacción fría. Entendimos desde el comienzo que somos una empresa de servicio, que vende productos, y eso implica acompañar, formar, inspirar, escuchar, resolver dudas, cuidar a quien compra y a quien no. A nivel estético nuestros locales también son diferentes: se trata de lugares cálidos, cercanos, con sillones, mesas, iluminación cálida. Espacios que invitan a quedarse y a compartir.

El panorama cultural también se amplió. En estos años se hicieron dos eventos tejeriles como la Buenos Aires Knit Night, se hizo la primera edición de Córdoba Teje y también existe  ExpoHobby, que si bien es una feria de labores en general, de a poco va ganando espacio el sector de hilados y herramientas de tejido.

En Budetex rompimos un tabú, que es el de animarnos a traer a una figura internacional como Molla Mills exclusivamente para dar talleres en nuestros espacios. Con ella recorrimos el país organizando talleres con más de 200 alumnas/os inscriptos, en ciudades como CABA, La Plata, Rosario y Mar del Plata. Cruzando también el charco y organizando talleres en Uuguay de Molla Mills y Yanina Shenkel.

En 2019, junto a Julia de Mamaquilla organizamos una charla de tejido donde se juntaron mas de 60 diseñadoras para escuchar las experiencias de Molla Mills y Yanina de Pica Pau.

Organizamos además en el país talleres en nuestros espacios junto a las principales diseñadoras Argentinas. Más de 50 diseñadoras/profesoras distintas pasaron al menos una vez por Budetex para dar talleres. A día de hoy tenemos mas de 40 talleres mensuales de tejido en nuestros locales.

También nos estamos animando a salir a ofrecer nuestros productos al exterior con orgullo en eventos internacionales como Barcelona Knits y Madrid Love Yarn, llevando hilados argentinos al mundo. Nuestros propios hilados Cori Cori, Sura, Inka, Soki y Midori  —bajo la línea B-TEX— se venden y valoran en más de 12 países. Y empresas colegas locales como Huanaco y Coruja también hicieron sus pasos para internacionalizarse y mostrar en el mundo los maravillosos hilados y productos que desarrollamos en el país y que pueden competir mano a mano con cualquier fibra del mundo.

Lo más importante es que empezó a consolidarse una red real de tejedoras, diseñadoras, emprendedoras y marcas. Ya no hay competencia ciega, sino colaboración, respeto y admiración mutua. Las diseñadoras/influencers dejaron de ser simples "colaboradoras" que aceptaban promocionar marcas a cambio de algunos Kgs de hilado y empezaron a trabajar profesionalmente, con contratos, acuerdos, objetivos e ingresos reales.

También se profesionalizó la oferta. Los patrones comenzaron a escribirse con nomenclatura internacional, con claridad, estructura y estándares. Las marcas locales comenzaron a desarrollar hilados con información técnica completa, estética cuidada, identidad propia, y muchas de ellas —como Huanaco, Coruja, TexAndes y nuestra propia B-TEX— se volvieron referentes.

El teñido artesanal también tuvo su crecimiento. Aparecieron tintoreras independientes con propuestas bellísimas, aunque muchas de ellas aún no logran cobrar lo que vale su trabajo. Hay miedo a subir precios, a perder clientas, y eso impide que puedan tercerizar procesos o crecer como marcas. Es uno de los desafíos actuales: superar la “romantización” del trabajo artesanal y entender que el tiempo, el oficio y el diseño deben pagarse.

Por nuestra parte creamos nuestra división de hilados teñidos artesanales Bespōke Yarns, donde utilizamos nuestras propias bases de hilados naturales para crear colecciones únicas y con colores y patrones diferenciales, pero fieles a la estética de Budetex.

 

También aprendimos de nuestros propios tropiezos dentro de lo que nosotros denominamos la profesionalización del sector. El mayor, más enriquecedor y digno de desarrollar fue cuando lanzamos al mercado nuestros hilados en conjunto con la marca Pica Pau. Fue una idea excelente y que nació de forma espontánea y orgánica: A pocos meses de comenzar con Budetex y armar el primer showroom en una oficina en el sexto piso de un edificio en la zona de Plaza de Mayo nos toca el timbre una clienta para comprar agujas de crochet de calidad. En esa época teníamos agujas de las marcas KnitPro y de Addi en nuestro catálogo. Fiel a nuestro estilo de sentarnos a conversar con todos nuestros clientes, nos cuenta, casi sin darle mayor importancia, que tenía 2 libros de amigurumis editados, siendo el último muy famoso en el exterior y traducido en varios idiomas. En ese momento ya nos encontrábamos desarrollando nuestros hilados de algodón Cori Cori (en ese momento aún no tenían nombre) y vemos que había una oportunidad para ambos. A nosotros nos interesaba lanzar nuestro hilado al mercado con colores, formato, etiqueta y calidades distintas a lo que existía y que sea exportable. A ella le entusiasmaba tener un hilado con su nombre y que estén disponibles en Argentina en la calidad, título y colores que se ajusten a los personajes de su libro y a los que necesitaba para terminar de diseñar los de su próximo libro y que en Argentina no encontraba. Por lo que decidimos trabajar juntos y lanzar un hilado en conjunto desarrollado por Budetex, pero con la etiqueta con el nombre Pica Pau en el frente. Luego de analizar vías de colaboración decidimos descartar el modelo de royalties e ir en conjunto con el proyecto. Este modelo funcionó hasta el comienzo de la pandemia en marzo del 2020, cuando el mundo cambió, el consumo de hilados y agujas de tejer se disparó por las nubes, pero los proveedores dejaron de entregar o no daban a basto. Y las personas también cambiaron (y cambiamos). En menos de un año logramos posicionar nuestros hilados en el mercado argentino y el exterior gracias a esta asociación. Un hilado espectacular, con un nombre muy atractivo. Ese proyecto nació, lamentablemente, con expectativas muy distintas, como nos enteramos más tarde. Nosotros creíamos que lo correcto era invertir en stocks y trabajar a largo plazo, la otra parte no. La distancia de la pandemia y los cortocircuitos de comunicación creemos que también jugaron su papel, pero básicamente entendemos que esa diferencia de criterios llevó a una disolución anticipada de un proyecto que podría haber sido aún más redituable de lo que fue y que ayudó mucho a posicionar hilados argentinos en el mundo.

Uno de las resultados más positivos de toda esta experiencia es que ese hilado se convirtió lo que es ahora nuestra línea de hilados de algodón Super Soft CORI CORI que exportamos a más de 10 países en títulos Fingering, DK y Worsted.

Durante este tiempo también notamos la proliferación de clubs de tejido y grupos de afinidad. En Budetex creamos nuestro BudetexClub en 2023, con un modelo de suscripción variable (mensual/bimestral/trimestral). Este modelo de Club notamos que en el último año se extendió en la comunidad y su éxito radica en la personalización y sensación de pertenencia.

Un factor decisivo de este período fue y es la virtualidad. Las redes sociales se convirtieron en el medio masivo para difusión de talleres, contenido, información y tendencias. Durante la pandemia en Budetex comenzamos con los vivos de Instagram junto a Winelvi, tendencia que mantuvimos varios años más. Este fue un medio muy útil para introducir a nuevas tejedoras y tejedores a los beneficios de nuestros productos y la variedad de modelos y marcas.

La venta online es muy importante para nosotros. Comenzamos Budetex en 2019 ya con una página web similar a la actual, pensando en la venta multimodal, en el cual el cliente siempre está en el centro de nuestro esquema e intentamos buscar distintas formas de llegar a él/ella independientemente del canal y sin que esto sea una complicación para el proceso de asesoramiento y/o compra, sino más bien un beneficio. A diferencia de otras empresas del sector, nosotros apostamos también por los locales físicos. Es fundamental para nosotros que los clientes puedan tocar y probar nuestros productos.

Y este período definitivamente está definido porque INTENTAMOS. No nos conformamos. Abrimos 5 locales e intentamos probar distintos modelos de negocio y de llegar a nuestros clientes. De los 5 locales que abrimos desde 2021, 3 los tuvimos que cerrar (Pilar, Recoleta y Córdoba) pero en todos ganamos en experiencias de primera mano y dimos con gente con los cuales seguimos y seguiremos colaborando de otras formas.

Y todo esto sucedió a pesar del contexto económico argentino, con inflación, cepos, restricciones, falta de crédito y costos logísticos imposibles. Por eso, lo que conseguimos vale aún más.

 

🔮 2030: Hacia un tejido cultural

Lo que imaginamos para 2030 no es ciencia ficción. Es la evolución natural de todo lo que ya está germinando.

Creemos que el modelo de “club por suscripción”, que es muy útil para crear comunidad y generar ingresos recurrentes, comenzará a saturarse. Sucederá como con los servicios de streaming, el público va a tener que elegir darse de baja de muchos debido el costo fijo que eso supone. El público pedirá más personalización, más flexibilidad, más conexión. Surgirán propuestas on-demand, curadas y únicas.

La valoración del hilado de calidad y del teñido artesanal seguirá creciendo. Ya no se discutirá si vale lo que cuesta: se entenderá que lo artesanal tiene un precio porque tiene un tiempo. También veremos el ingreso de marcas internacionales que querrán posicionarse en Argentina, lo cual elevará la vara para todos, y abrirá nuevos desafíos para el sector local… y beneficios para la comunidad tejeril.

Habrá más tiendas especializadas en ciudades grandes, con hilados naturales y herramientas de alta gama. No será aún masivo, pero dejará de ser una excepción.

Creemos que en Argentina queda muchísimo por hacer en cuanto a contenido editorial del sector. Hay mucho diseño, diseñadores, productos e historias que contar. Desde Budetex lanzaremos nuestra editorial textil: Budetex Publishing, que buscará promover contenido de diseño local, libros, cuentos y patrones para el mundo.

También ampliaremos nuestra línea de productos propios bajo nuestra división Budetex Craft Studio, con accesorios, herramientas y kits desarrollados en Argentina con mirada global. Creemos que ya el mercado estará preparado para ir equipándose con cada vez más productos especializados.

Las exportaciones crecerán, no solo en hilados, sino también en prendas tejidas, kits, diseño y experiencias. De a poco, dejaremos atrás el viejo modelo de venta por peso. Se venderá por unidad, con etiquetas, códigos de barra, trazabilidad. Seremos parte del mundo.

Habrá más festivales, más autoría local, más cultura alrededor del tejido. Y también una revalorización de quienes diseñan, enseñan, producen. Las tejedoras serán vistas —como merecen— como agentes culturales, emprendedoras y artistas.

No todo lo que vemos para el futuro es color de rosa. También vemos varios desafíos. El tejido productivo argentino está mal equipado para ser eficiente hacia la competencia hiperespecializada del exterior. Se necesitará más y mejor maquinaria, mayores capacitaciones de las personas involucradas, mejorar la eficiencia y productividad para poder preservar lo poco que queda de industria nacional. Será necesario un cambio cultural en muchas empresas de entender de que será necesario generar productos de gran valor añadido, ya que en productos básicos será cada vez más difícil ser competitivos.

 

🧵 El tejido como transformación

Cuando uno teje, transforma. La lana en abrigo. El tiempo en cuidado. El error en aprendizaje. Eso es lo que hicimos —y seguiremos haciendo— en Budetex: transformar un mercado para que esté a la altura de su gente. No nos adjudicamos todo este cambio, pero definitivamente creemos que somos uno de sus mayores impulsores.

Nos pasó cientos de veces de recibir mensajes de clientes que nos agradecen por ofrecer en la Argentina los productos que siempre quisieron tener en el país y que solo veían que se ofrecían en el exterior.

Gracias por estar del otro lado de este recorrido. Y por ser parte del hilo que une el pasado, el presente y lo que está por venir.

Lo mejor, todavía, está por venir.

 

Lucas

Comentarios

  1. Los felicito! Estoy feliz de haberlos encontrado. Es el sueño hecho realidad de todo diseñador argentino. Gracias y no puedo esperar para conocerlos e ir a ver el material. Por fin poder desarrollar todo el potencial de mano de obra con tecnología actual. Saludos 👋

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    1. Muchas gracias Sandra por tu comentario. Este tipo de mensajes nos anima a seguir adelante!

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  2. En Córdoba están en un lugar fuera del circuito de las lanas o sea el centro

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    1. Si, es parte de nuestro proceso de aprendizaje. En breve anunciaremos una propuesta más céntrica y personalizada!

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  3. Para mí los mejores del mercado Argentino.Donde podes encontrar todo lo que necesita una tejedora .Amo todo lo que tienen y no hablar de mi hilado preferido Soki.Exitos para todo lo que quieras apostar por más

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  4. Son la mejor tienda de insumos de calidad internacional, conocerlos fue un placer, sus hilados son excelentes, ojalá sigan acercándonos al mundo, quisiera que nuestros hilados estén al nivel de los que podemos encontrar en otros países, sé que tenemos potencial, pero estamos en el túnel del tiempo. Gracias por luchar para que mi deseo se haga realidad.

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  5. Flor 🪷 Sintonía Aglaya23 de junio de 2025, 14:20

    "Cuando uno teje, transforma. La lana en abrigo. El tiempo en cuidado. El error en aprendizaje."
    Siempre es enriquecedor leer tus reflexiones Lucas!

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  6. Excelente propuesta y coraje para traer productos excelentes a la argentina!! Las agujas circulares de buena calidad me permitieron una forma súper fácil de tejido!! Y hasta ahora probé el algodón cori cori y me fascina!! Súper suave! Y la lana de tex andes excelente!
    Gracias por apostar acá!!! Sigan creciendo!!!

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  7. Gracias Lucas por tanto coraje y profesionalismo. El reto es grande, pero es obvio que estás a la altura dado lo que has logrado en tan poco tiempo. El equipo que supiste conformar y las clientas que lograste conquistar van a seguir apoyando tu proyecto. Gracias infinitas por haber traido las agujas circulares y por ayudar a cambiar el “finito mediano y grueso”

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